El Monkey: Un giro cómico al horror de Stephen King
El filme «El Monkey», que llega a las salas este viernes, se adentra en la macabra y divertida esencia del horror, ofreciendo un festín de muertes elaboradas que llevarán al público a reír en lugar de temer. Esta es una obra que no solo se basa en la tensión característica de las historias de Stephen King, sino que introduce un sentido del humor oscuro y absurdo que, para quienes lo aprecien, hará que la experiencia se transforme en una hilarante celebración de lo macabro.
Sinopsis: Hermanos y un mono mortal
Basada en un relato corto de Stephen King, «El Monkey» sigue a los hermanos gemelos Hal y Bill —interpretados por Christian Convery en su infancia y Theo James en la adultez—, quienes descubren que el mono organillero de su padre (Adam Scott) causa la muerte a alguien cada vez que se le da cuerda. Tras intentar deshacerse del juguete sin éxito, deciden arrojarlo a un pozo, con la esperanza de que este reposo detenga su uso.
Veinticinco años después, los misterios de muertes sospechosas comienzan a renovarse, obligando a los hermanos, que han perdido el contacto, a unirse nuevamente para intentar localizar el juguete maldito.
Un humor negro a lo «Final Destination»
Las muertes en «El Monkey» se desarrollan a través de complejas reacciones en cadena que recuerdan a las escenas de «Final Destination», aunque en este caso, los resultados llegan de manera más rápida y explosiva. La combinación de explosiones y desintegraciones se presentan de tal forma que se perciben casi como chistes, generando un tono hilarante en lo que debería ser una narrativa terrorífica.
Un enfoque nuevo del terror
El director Osgood Perkins, conocido por su estilo en películas de horror como «Longlegs», explora en «El Monkey» elementos de horror cómico, similar al enfoque de clásicos como «Evil Dead 2» y la serie «Chucky». La adaptación de Perkins infunde a la historia un humor que, aunque inusual para un relato de King, funciona sorprendentemente bien.
Este sentido del humor se intensifica con elementos musicales y situaciones absurdas, como la presencia un tanto amenazante del mono acompañada de curiosos efectos sonoros y una cámara capturando desde uno de los palillos de tambor.
Personajes complejos y relaciones tensas
A lo largo de la historia, la relación entre Hal y Bill también se revela compleja. Mientras Hal se aísla del mundo y de su propio hijo, Petey (Colin O’Brien), Bill se obsesiona con el juguete macabro. Sus elecciones de estilo también reflejan sus personalidades: Hal luce un despeinado cabello rizado, mientras que Bill opta por un corte más severo y formal.
La dinámica entre los hermanos solo se resuelve al final de la película, donde poco se logra reunir a ambos en la pantalla, creando una notable ilusión de interacción a través de la edición.
Un festín para los amantes del horror
Aunque las muertes en «El Monkey» son espectaculares y divertidas, el filme conserva un enfoque bastante limitado al desarrollarse principalmente en espacios interiores. Aún así, las insinuaciones de muertes en el mundo exterior añaden un toque de aventura que contrasta con la vida reclusa de los personajes principales.
A través de una combinación inteligente de humor y terror, «El Monkey» promete ser una experiencia refrescante para aquellos que buscan algo diferente a las típicas comedias románticas o al horror tradicional. Sin duda, este filme se perfila como una apuesta singular en la oferta cinematográfica actual.
