«The Kings Are Dead»: Un Viaje al Chicago Queer Negro de los 90
La compañía teatral Theatre L’acadie ha presentado una serie de lecturas dramatizadas que transportan al público al Chicago del lado sur en la década de 1990, explorando la vida de la comunidad queer negra en ese período.
Una Mirada al Pasado
El pasado lunes, en el espacio del Facility Theatre, ubicado en 1138 N. California Ave., se llevó a cabo la primera lectura de «The Kings Are Dead». La obra, escrita por el periodista Curtis Lawrence, se sitúa en diciembre de 1997, alrededor del décimo aniversario de las muertes de dos figuras icónicas: el autor y activista James Baldwin, y el exalcalde de Chicago, Harold Washington, quien fue un firme defensor de la comunidad LGBTQ+ y estableció el primer Comité Oficial de Asuntos Gay y Lesbiano en la ciudad.
La Trama de la Obra
Ambientada en JT’s, un bar gay del lado sur, la obra sigue a los propietarios y clientes mientras reflexionan sobre las muertes de Baldwin y Washington, y cómo estas resuenan en sus propias luchas personales con las relaciones, la salud y la identidad en una época turbulenta para la comunidad queer negra en Chicago.
Desarrollo y Colaboraciones
«The Kings Are Dead» forma parte de la serie de desarrollo de nuevas obras «In Bloom» de Theatre L’acadie, que busca destacar a artistas BIPOC, LGBTQ+ y no binarios a través de una selección intencional de guiones, casting y dirección. La compañía, fundada en 2018, se dedica a producir obras teatrales crudas y honestas que abordan los aspectos más oscuros de la experiencia humana.
La lectura dramatizada contó con la participación de actores profesionales de Chicago, quienes interpretaron el guion desde iPads, mientras el público se acomodaba en sillas plegables y sofás en el espacio íntimo del Facility Theatre. Tras la presentación, se realizó una breve charla en la que los asistentes ofrecieron sus impresiones y sugerencias para el desarrollo futuro de la obra.
Inspiración y Contexto
Lawrence, quien también fue editor de investigación en Block Club Chicago, se inspiró en los bares gay del lado sur de Chicago que conoció en sus veinte y treinta años. Durante ese período, exploraba su sexualidad y las personas que conoció en estos lugares jugaron un papel fundamental en su navegación como hombre gay. Como dramaturgo, deseaba preservar la esencia de estos espacios.
La idea de la obra surgió durante una serie de clases de dramaturgia que Lawrence tomó mientras trabajaba como profesor asociado de periodismo en Columbia College Chicago a mediados de la década de 2010. Quería escribir algo que se centrara en los hombres negros gay, quienes sentía que eran retratados de manera unidimensional en los medios, el cine y la literatura. Además, releía las obras de Baldwin mientras reflexionaba sobre su propio pasado como asistente legislativo del concejal Tim Evans, líder de piso del alcalde Washington durante los años 80 y 90.
Colaboraciones y Desarrollo
El guion llegó a manos del artista y director teatral David Adams, quien lo presentó al miembro de Theatre L’acadie, Jordan Gleave. La obra luego ingresó al proceso de desarrollo de «In Bloom», seguido de un taller de ensayos donde el director y el elenco colaboraron con el dramaturgo para dar forma al guion, culminando en lecturas finales con la audiencia que pudo ofrecer más retroalimentación.
Adams se sintió atraído por el guion no solo por la historia, sino por ver personajes queer negros que no estaban relegados a los márgenes. A menudo, estos personajes sirven como alivio cómico o fondo, pero en la obra de Lawrence vio personas complejas y multidimensionales. Por primera vez, sus experiencias no eran solo notas al pie de página; eran la historia principal.
La dramaturga Doris Davenport, quien investigó profundamente sobre las personas, lugares y la época de «The Kings Are Dead», ayudó al elenco y al equipo a desarrollar representaciones auténticas de la comunidad queer negra en el lado sur de Chicago en ese momento. Gracias a sus conocimientos, pudieron ir más allá de representaciones unidimensionales y dar mayor profundidad a los personajes.
Reflexiones Finales
Para Lawrence, su trabajo como periodista influyó significativamente en su enfoque de «The Kings Are Dead», que está profundamente arraigado en la historia de Chicago en el lado sur. Al final del día, tanto los periodistas como los dramaturgos son narradores de historias.
Adams destacó que su experiencia en «The Kings Are Dead» y su colaboración con Theatre L’acadie le recordaron que el teatro existe en comunidad, y la importancia de que el público apoye el arte que ama si quiere que sobreviva. Con las subvenciones federales siendo cada vez más difíciles de asegurar, debemos cuidarnos mutuamente, especialmente cuando se trata de elevar voces subrepresentadas, que enfrentan crecientes esfuerzos por borrar su presencia.
Tanto Lawrence como Adams expresaron su gratitud a Theatre L’acadie por la oportunidad de presentar «The Kings Are Dead» al público y esperan que futuras lecturas y oportunidades permitan a la obra llegar a una producción completamente montada. Ambos creen firmemente que hay una audiencia para esta obra.
Para obtener más información sobre «The Kings Are Dead» y adquirir entradas para la próxima lectura dramatizada, visite el sitio web de Theatre L’acadie.