El baile que inspiró «Pretty in Pink»
En una reciente entrevista, Molly Ringwald reveló que el famoso filme «Pretty In Pink» fue impulsado por una memorable noche de baile en el icónico club de blues Kingston Mines en Chicago. Esta revelación ocurrió durante un episodio del podcast «Reclaiming with Monica Lewinsky», donde la actriz compartió cómo una danza improvisada con su coestrella Matt Freeman fue la chispa que encendió la creatividad de John Hughes al escribir la cinta.
Kingston Mines: Unirse al legado de Hughes
Ringwald recordó que «John Hughes siempre nos llevaba a Kingston Mines». La actriz evocó una noche mágica donde estuvo bailando con Freeman en una versión extendida de una de sus canciones por más de 20 minutos. «Lo que pasó en la pista de baile fue lo que inspiró a John a crear ‘Pretty In Pink’ y a dar forma a mi personaje», afirmó la icónica actriz de los años 80.
Este legendario club, ubicado en 2548 N. Halsted St. desde 1968, ha sido testigo de las actuaciones de grandes como Magic Slim y Koko Taylor. A pesar de haber enfrentado la amenaza de cierre permanente durante la pandemia del COVID-19, Kingston Mines reabrió sus puertas en 2021, continuando con su legado musical.
El vínculo creativo entre Ringwald y Hughes
John Hughes es conocido por ambientar muchas de sus películas emblemáticas en Chicago, desde los suburbios del North Shore, donde creció, hasta emblemáticos lugares de la ciudad, como Wrigley Field y el Art Institute of Chicago. En este contexto, Ringwald ya había dejado una huella significativa en la carrera de Hughes, quien la consideraba su musa desde los días de «Sixteen Candles». Se dice que encontró la fotografía de Ringwald entre un montón de headshots, lo que lo llevó a crear este famoso filme en un fin de semana.
Tras el éxito de “Sixteen Candles”, Hughes y Ringwald forjaron una poderosa conexión creativa. Un año después, cuando la actriz tenía 16 años, Hughes la llevó a Kingston Mines para disfrutar de una actuación de Koko Taylor y Junior Wells.
La música: Un hilo conductor
El título «Pretty in Pink» no es solo un guiño a la estética de la película; también está inspirado en la emblemática canción de The Psychedelic Furs, que Ringwald se encargó de presentar a Hughes. Esta conexión musical refleja su afinidad por el pop británico, algo que la actriz compartió con el director, generando un vínculo aún más fuerte.
El crítico Roger Ebert, quien se convirtió en un gran defensor de “Pretty in Pink”, comentó: “Hay un sentido de que Ringwald podría tener esa mágica sutileza que la permitirá, como la joven Elizabeth Taylor, seguir rompiendo y reconstituyendo los corazones de los chicos durante mucho tiempo”.
En resumen, la noche mágica de baile en Kingston Mines no solo hizo historia para Molly Ringwald y John Hughes, sino que se convirtió en la semilla de una de las películas de culto más queridas de los años 80. Su legado sigue vivo tanto en el cine como en la música que inspiró a generaciones.
